Oh no, no es el día de las finanzas, ¿verdad? Este editor descontento puede haber estudiado negocios durante varios años, pero parece que no se atreve a mirar un balance en estos días. Sin embargo, nuestro fabricante de electrónica favorito ha caído un poco hoy, confirmando que se está deshaciendo de la marca Vaio y de su negocio de televisión. En resumen: los pelos de la cabeza del jefe ejecutivo Kaz Hirai se han vuelto un poco más grises en las últimas 24 horas.
Empecemos con las buenas noticias: PlayStation lo está haciendo excepcionalmente bien. Las ventas de la división se dispararon en un colosal 64,6 por ciento año tras año gracias al lanzamiento de la PlayStation 4, y ese aumento contribuyó a un beneficio neto global de la compañía de 257 millones de dólares en el tercer trimestre del año fiscal, que concluyó a finales de diciembre de 2013. Sabemos que la empresa había vendido 4,2 millones de sistemas de nueva generación a los consumidores hasta el 28 de diciembre, pero la empresa no proporcionó información actualizada al respecto.
En cambio, sigue agrupando sus consolas. Tanto la PlayStation 3 como la PS4 movieron 7,8 millones de unidades durante el período mencionado, mientras que la PlayStation Portable y la Vita manejaron sólo 2 millones. Todo ello supuso un beneficio de 172 millones de dólares para el negocio de los videojuegos, que sin duda habrá plantado una sonrisa en la cara siempre optimista del presidente del grupo, Andrew House.
Pasemos ahora a las malas noticias: el período de rentabilidad no va a durar. El fabricante prevé que perderá aproximadamente 1.080 millones de dólares para el año fiscal en su conjunto, mientras trabaja para reestructurar su negocio de televisión. Según la empresa, ésta se escindirá como filial propia, en la que la empresa hará hincapié en el mercado de 4K y en la reducción de costes. Espera que esta transición se complete en julio de 2014, donde espera obtener beneficios en el ejercicio siguiente.
Sin embargo, las cosas no se ven tan bien para los ordenadores Vaio, ya que la organización ha optado por deshacerse de la marca por completo. El negocio se venderá a Japan Industrial Partners en un movimiento que describe como «la solución óptima» al problema al que se enfrentaba, devolviendo la rentabilidad al departamento. A la espera de las negociaciones, la tinta del acuerdo debería estar seca para finales de marzo de 2014. El gigante de la electrónica centrará su atención en los teléfonos inteligentes y las tabletas.
Y, por supuesto, todo esto conllevará importantes pérdidas de puestos de trabajo. Lamentablemente, la empresa confirmó que en los próximos doce meses se despedirá a unos 5.000 empleados, de los cuales unos 1.500 en Japón y otros 3.500 en el resto del mundo se quedarán sin trabajo. Según el fabricante, este movimiento le ahorrará un estimado de $986 millones por año. Un mal necesario, entonces, pero que aún así va a causar serios problemas en todo el mundo. ¿Quién sería director ejecutivo?
[via sony.net, joystiq.com, eurogamer.net, bbc.co.uk]