Fe es el último proyecto del estudio sueco Zoink! Juegos, y es una amplia desviación de su trabajo anterior. El experimento del desarrollador es un esfuerzo decente, pero desafortunadamente no alcanza la grandeza.
Juegas como la criatura titular, una cosa pequeña y ágil que puede cantar y trepar a los árboles. Su tarea principal es aprender los idiomas de todos los animales de la tierra, lo que significa explorar bosques, pantanos, cuevas y mucho más. Sin embargo, parándose en tu camino están los Silenciosos, un misterioso grupo de malvados sin rostro que parecen estar destrozando el ambiente por algún tipo de siniestro propósito.
Al principio del juego, sólo puedes cantar en un idioma, pero esto es suficiente para hacerse amigo de un par de bichos, y no pasará mucho tiempo antes de que aprendas más. Cada canción te ayuda a atravesar el entorno de nuevas maneras; aprender el canto de los pájaros, por ejemplo, te permite pedirle a los búhos gigantes que te lleven de espaldas, mientras que el canto de los ciervos permite el uso de flores en forma de abanico, que te elevan a nuevas alturas. Todo es muy agradable, aunque verás que utilizas algunas canciones mucho más que otras a lo largo de tu viaje.
Además de este armonioso sistema, también querrás estar atento a las piedras preciosas de color rosa, objetos de colección que, una vez que encuentres lo suficiente, te permitirán desarrollar nuevas habilidades para tu Fe. Una vez que puedas trepar a los árboles y deslizarte alrededor, podrás explorar la mayor parte del mundo del juego, que se siente en algún lugar entre una generosa caja de arena y una serie más lineal de habitaciones y pasillos. Estas habilidades, combinadas con las opciones transversales que surgen de tu canto, te dan mucha libertad.
Desafortunadamente, el mundo no ofrece una gran cantidad de cosas para que las veas. La exploración es recompensada; encontrarás docenas de las gemas mencionadas, pero también te encontrarás con viejos cascos Silent One que ofrecen un vistazo a la historia desde su perspectiva, o tablillas gigantescas adornadas con murales simbólicos. El problema es que estos elementos de la narración de historias nunca parecen ser de gran valor. Nos dejaron perplejos, cuando se siente como si tuvieran que seducirte. La historia en general parece estar siendo rodada por algo profundo e impactante, pero nos quedamos con las ganas a medida que los créditos comenzaron a rodar.
Otro problema radica en algunos de los aspectos básicos. Mientras que los controles son en su mayoría finos, la cámara y la plataforma pueden ser extremadamente complicados. No siempre está claro qué plataformas se pueden subir y cuáles no, y dar grandes saltos o saltos más precisos es mucho más difícil de lo necesario, gracias a una maniobrabilidad meticulosa en el aire. También necesitarás un poco de paciencia cuando intentes «hablar» con otra criatura, ya que el volumen es análogo a la cantidad de presión que aplicas a R2, lo cual es una buena idea, pero puede ser difícil encontrar el tono correcto.
Los encuentros con los Silenciosos también son molestos; tienes que abrirte camino a hurtadillas, pero todo es un poco trivial. Puedes esconderte en arbustos de púas y, independientemente de si te han visto o no, estarás a salvo, siempre y cuando te quedes quieto. Hay muchas oportunidades para navegar por encima de sus cabezas, pero si te pierdes un salto, te hacen un trabajo muy rápido, que puede llegar a ser frustrante.
También hay algunos problemas de rendimiento a medida que el juego se carga en nuevas áreas. No es el fin del mundo, pero hay descensos notables en la velocidad de fotogramas en todas partes. Aparte de esto, Fe se ve muy bien. El aspecto angular, bajo en poliéster, es como una versión más sombría de la estética de Grow Home, y funciona. La banda sonora es buena, también, cambiando dinámicamente de tonos bonitos y pacíficos a música más siniestra cuando los Silenciosos están cerca.
Conclusión
Fe es un juego de plataformas de rompecabezas decente con algunas ideas bonitas, pero al final todo suena un poco hueco. Las diversas canciones son una forma divertida de interactuar con el mundo, pero algunas apenas se utilizan, mientras que otras se basan en otras casi constantemente. También puede ser sorprendentemente difícil de controlar, con una cámara que no siempre es cooperativa y una plataforma que no es tan estrecha como debería ser, especialmente en un entorno tan vertical como éste. La historia, que se esfuerza por ser conmovedora, no deja un impacto, y aunque el mundo es un buen lugar para explorar, no hay mucho en él. En última instancia, es un buen juego, pero se esfuerza por dejar una impresión duradera.
No está mal 6/10
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Copia de revisión proporcionada por Zoink! Juegos