Es muy emocionante lo que está haciendo Sony con la PlayStation 5 en este momento. Mientras que la consola de última generación está claramente construyendo sobre los exitosos cimientos de la PlayStation 4, nos ha alegrado ver que el portaplataformas abraza algunas características más exóticas, como los escandalosos SSD y Tempest Engine. Además, es estupendo que haya invertido tanto tiempo y esfuerzo en la creación de un nuevo controlador que ayude a mejorar la inmersión en los juegos de nueva generación.
Pero es una pena que no haya podido ir un poco más lejos. Durante muchos años, el fabricante publicó patentes relacionadas con la biorretroalimentación, sugiriendo que estaba claramente experimentando con la tecnología. Esta característica única de control fue lanzada como un sensor capaz de medir el ritmo cardíaco y la secreción de sudor con el fin de alterar la acción que se desarrolla en la pantalla. Los ejemplos que se dieron a conocer en ese momento incluían la reducción de la dificultad basada en los niveles de estrés de los jugadores, pero por supuesto los juegos de terror tendrían un día de campo con una característica como esta.
Obviamente, esto habría sido una tecnología cara y potencialmente poco fiable, así que su ausencia es probablemente lo mejor. Pero con los rumores sobre el reinicio de Silent Hills intensificándose, no podemos evitar desear que la biorretroalimentación haya llegado al controlador de DualSense al final.